Cosas que no debes pasar por alto el día de tu boda

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Lucir espléndida, radiante, perfecta. El objetivo de todas las novias es el mismo. Pero a veces por buscar un look único terminan cometiendo errores… ¡que se plasman en todas las fotos! Tres maquilladoras expertas en novias recomiendan qué hacer y qué evitar.
El labial equivocado
Será posiblemente el día que más besos reciba, pero también el que más besos dé. Preparar los labios es más importante de lo que imagina, a menos que no le importe estar sin maquillaje después de haber saludado a los primeros diez invitados. Las maquilladoras recomiendan elegir productos de larga duración y finalizar con polvo, para que se fijen mejor los pigmentos. “Lo ideal es elegir lápices labiales color mate, que se adhieren mejor que el gloss y evitan la necesidad de retocar a cada rato”, recomienda la maquilladora Rosario Valenzuela.
 Limpieza de cutis y depilación
El maquillaje y el peinado no son las únicas preocupaciones antes del casamiento. Preparar la piel del rostro y el cuerpo para la luna de miel también suele ser muy importante. Lo fundamental para no equivocarse es no dejar todo para último minuto, porque el resultado puede ser fatal. “Es importante realizarse una limpieza de cutis para eliminar las impurezas unos dos meses antes de la boda, para evitar llegar al gran día con espinillas o pequeñas marcas que cuesta disimular. Y en el caso de la depilación, yo recomiendo que la hagan 48 horas antes, para prevenir cualquier tipo de irritación que luego se ve fea, sobre todo en la zona del rostro”, asegura Rosario Valenzuela.
Cuidado con las lágrimas
Son pocas las mujeres que no se emocionan hasta las lágrimas. Y abandonar la ceremonia con un surco negro desde el lagrimal hasta la boca no es sentador. Para evitar que la máscara y el delineador se corran, es imprescindible utilizar productos waterproof, que están formulados para resistir estos ‘problemas’. Según Rosario Valenzuela, estos maquillajes también son ideales “porque cuando te encrespas las pestañas, al utilizar una máscara que no es resistente al agua estas se vuelven a alisar y pierden la forma”. Además recomienda no realizar el encrespado permanente “porque las puntas quedan para adentro y se ven más cortas”. La especialista Vero Mónaco también opina que, a menos que la maquilladora sea contratada para la boda completa, el maquillaje a prueba de agua es la única alternativa de llegar prolija hasta el final del evento. Poli Picó agrega que para evitar que los pigmentos de las sombras se metan en los pliegues de la piel, es ideal elegir productos de larga duración, sobre todo si la novia opta por colores oscuros.
Brazos y escote
Muchas novias cometen el error de usar autobronceante o maquillar en exceso las partes del cuerpo que quedan al descubierto. “Es algo muy frecuente, que termina generando manchas y zonas claroscuras que luego son muy difíciles de disimular”, explica Vero Mónaco, dueña de la escuela de maquillaje que lleva su nombre. La makeup artist Poli Picó también recomienda evitarlo, ya que “con tantos besos y abrazos pueden terminar manchando el vestido”. En lugar de productos cosméticos con color, aconseja elegir una crema satinada, que aporta luz y no tiene estos ‘efectos secundarios’.
El color de la piel
“Las novias que se casan en verano a veces cometen el error de broncearse excesivamente, algo que queda burdo a la hora de colocarse el vestido blanco. Además de lo que implica el abuso de sol (deja secuelas graves, manchas que se producen por el exceso de melanina), cuando llega el momento del maquillaje para el gran día es necesario tapar las imperfecciones y es más difícil lograrlo cuando la piel está tan tostada. Cuanto más se intenta tapar una marca, más se nota”, asegura Vero Mónaco. La experta Rosario Valenzuela coincide con su colega y agrega: “Además se abren los poros y la piel se ve brillante, fea”. En síntesis: el color caribe no queda bien. No se ve natural en persona y mucho menos en las fotos… sobre todo si el novio está blanco.
Cambio radical
Un color de maquillaje que nada tiene que ver con el estilo de siempre, un corte de pelo radical, un tocado estrambótico o, peor aun, un nuevo color de cabello. Estrenar un nuevo look justo el día del casamiento suele ser un pasaje al fracaso. Vero Mónaco es categórica al respecto: “Es tanta la necesidad que a veces tienen de impactar que si no están bien asesoradas pueden cometer un gravísimo error. Vienen al estudio y quieren cambiar el color del cabello, el largo, el makeup lo quieren acentuar con sombras de color chillón, y yo trato de guiarlas. Es ideal que el look tenga relación con la línea estética del vestido, por ejemplo. Personalmente creo que la novia tiene que lucir lo más natural posible. Elegante, delicada y sin cometer excesos”. Poli Picó también aconseja ser conservadora en este sentido: “Cuando se realiza un corte, este no se adapta a la cabeza hasta dos semanas después de haberlo realizado, por eso nunca es buena idea hacerlo sobre la hora, sobre todo si el cambio es notorio. Tampoco me gustan los peinados muy elaborados porque pueden sumar años, y además bastante producción ya suelen tener el vestuario y el maquillaje”.
Las maquilladoras aconsejan elegir labiales de larga duración y finalizar con polvos para que se fijen mejor los pigmentos.



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